En un momento en el que necesitamos dinero de forma inmediata, una de las opciones que nos planteamos es la ampliación del préstamo hipotecario, sin pensar en las consecuencias de la decisión.
Implicaciones de ampliar un préstamo hipotecario
La novación o ampliación del préstamo hipotecario implica:
- Cambiar las condiciones iniciales del préstamo original. Si firmamos con unos intereses ventajosos y nos hemos beneficiado de la bajada de tipos del Euríbor, la firma de una nueva ampliación supondrá, lo más probable, el aumento de los tipos de interés.
- Pagar más por el dinero. Todos los préstamos funcionan de una manera similar, primero se pagan muchos intereses y después más amortización de capital. Si hace diez años que solicitaste la hipoteca, ya has pagado una gran cantidad de intereses a cuenta sobre el capital inicial. Si solicitas una novación volverás a empezar de cero, aumentarás tu deuda a largo plazo y pagarás más intereses.
- Los gastos de tramitación. Un préstamo hipotecario necesita de una tasación previa y ha de pasar por la notaría, además de seguir todo un conjunto de trámites administrativos que encarecen el proceso. Si lo que necesitas son 6.000 euros, es probable que solo los gastos de gestión sumen casi la mitad del capital que precisas, ya que no se calculan sobre la ampliación, sino sobre el préstamo global.
- Se pide más dinero del que se necesita. En cuanto nos planteamos ampliar la hipoteca y hacemos los cálculos de los costes, solemos pedir más dinero del que necesitamos inicialmente. Lo justificamos con el clásico «por si acaso», y el clásico «por si acaso» se acaba traduciendo en pagar más intereses y aumentar nuestro endeudamiento a largo plazo.
Nuevas oportunidades para solicitar dinero rápido
La banca online reta a la tradicional en la forma de prestar dinero. Si necesitas de forma puntual un préstamo de entre 1.000 y 6.000 euros, puedes solicitar un préstamo personal rápido.
En este caso concreto, la entidad financiera utiliza un sistema muy novedoso: le presta el dinero por su coche. Es decir, el aval del crédito solo es un vehículo de segunda mano, libre de cargas y embargos, con una antigüedad inferior a 12 años.
No se trata de una venta del vehículo, no. El vehículo es solo el aval, la garantía que se le ofrece al banco para poder prestarle el dinero. Es como un crédito coche, pero el vehículo sigue siendo tuyo, por supuesto.
Este tipo de préstamos son muy sencillos de tramitar. No hay que ir al notario, ni pagar los abusivos gastos de constitución. La solicitud se realiza a nivel online siguiendo los pasos de la página web, y el cliente tiene su dinero en 48 horas.
Otra de las ventajas son los plazos de amortización, puesto que los préstamos se amortizan desde el primer mes. Es decir, que la devolución de capital comienza en la primera cuota que se paga, lo que nos permite pagar menos intereses.
Como clientes podemos escoger el tiempo en el que queramos devolver el préstamo. Podemos elegir entre los 12, 24 o 36 meses, de manera que estamos realizando un endeudamiento puntual a corto plazo. Sin casi darnos cuenta cuenta, ya lo habremos pagado totalmente.
Este tipo de opciones de crédito están teniendo mucho éxito, ya que es una forma sencilla de conseguir dinero de manera puntual, más económica que la ampliación de un préstamo y sin asumir un alto riesgo.
Hoy en día, la banca tradicional es muy selectiva en su política de concesión de préstamos a particulares y a empresas. Con la opción del prestamo coche, podemos aprovechar la ventaja de tener un vehículo propio y sacarle partido para poder optar al crédito.