El problema de la contaminación en las grandes ciudades se ha abordado con mayor retraso del que hubiera sido deseable y cuando se ha acometido ha resultado imposible evitar la controversia y la polémica. Lo hemos vivido en Madrid durante las pasadas fiestas de Navidad, cuando fue necesario aplicar el protocolo anticontaminacion municipal.
Una decisión que se adoptaba después de que los niveles detectados en las estaciones medidoras fueran rebasados de manera preocupante, poniendo en riesgo la salud de los madrileños.
Restricciones en el acceso de los vehículos al centro que fueron utilizadas políticamente por la oposición, pero que muy probablemente se repetirán si los niveles de contaminación vuelven a ser superiores a los permitidos.
Una decisión para preservar la salud de los madrileños, que tiene su réplica en otras capitales españolas, por tratarse de un asunto muy grave de salud pública.
Próximas activaciones del protocolo
Barcelona ya se ha puesto manos a la obra. Ha iniciado 2017 aprobando restricciones para los vehículos más contaminantes, que tendrán vetada la circulación por las calles de la ciudad los días en los que se registren altos niveles de contaminación. Un programa de 46 millones de euros a ejecutar hasta 2019, que comportará la adopción de 33 medidas para mejorar y preservar la calidad del aire que se respira en la ciudad condal.
La alcaldesa, Ada Colau, se ha tomado muy en serio la batalla contra la contaminación. Ha anunciado la próxima instalación de unos parquímetros con capacidad para identificar a los coches altamente contaminantes, a los que se se les aplicarán tarifas más elevadas por estacionar en las calles de Barcelona.
Bilbao también se suma a la batalla contra la contaminación, a pesar de que, ironías del destino, la calidad de su aire es buena. Y eso que históricamente fue una de las ciudades más contaminadas de Europa. Pero el declive industrial de los 70 y los 80 y la admirable transformación experimentada por la capital vizcaína en los últimos 25 años, han obrado el milagro.
El Ayuntamiento de Bilbao anuncia la próxima aprobación de un protocolo de actuación que se aplicará si los niveles de polución sobrepasan los límites permitidos. Participará el Gobierno Vasco.
Valencia también está trabajando en su propio protocolo, a pesar de que según ha explicado su alcalde, Joan Ribó, hoy por hoy no hay problemas porque el aire suele soplar mucho, haciendo desaparecer la polución, cuyos niveles no son preocupantes.
Y es que los tiempos cambian. En los años 70 los coches tomaron las ciudades, arrebatándoselas a los ciudadanos. Hoy, cuarenta años más tarde, nuestras ciudades recorren el camino inverso, como medida de protección.
Esos mismos coches, cuyos propietarios, en ocasiones se ven obligados a buscar alternativas nuevas para superar las dificultades económicas por las que están atravesando en estos tiempos de crisis.
Y a través de IBANCAR pueden acceder a un préstamo coche, crédito coche, dinero en 48 horas y préstamo personal rápido. Una eficaz alternativa para aquellas personas a las que los bancos han cerrado las líneas de crédito. Para ellas supone el último recurso.
Con este servicio se pueden conseguir préstamos personales de entre mil y seis mil euros, con el aval del coche de segunda mano, siempre que este tenga menos de 12 años y esté libre de cargas y embargos. Y con todos los papeles en regla.
El solicitante podrá disponer del dinero en tan solo 48 horas. El tope máximo será de seis mil euros, aunque la cantidad que reciba estará relacionada con la tasación que se haga del coche. Se podrá rentabilizar hasta 70 por ciento de su valor.
Y no hay obligación de entregar el vehículo. El beneficiario del préstamo lo mantiene a su nombre y lo puede seguir conduciendo.